Tigre hace historia. Derrotó 4 a 2 a Cerro
Porteño en Victoria y accedió a las semifinales de la Copa Sudamericana.
Echeverría, Botta, Santander y Donatti los goleadores. Salcedo y Fabbro le
pusieron suspenso. Con este triunfo, el equipo de la Zona Norte se aseguró un
lugar en el repechaje de la Copa Libertadores.
Cerro es el
gran candidato, tiene jugadores de jerarquía, se preparó para ganar este
certamen, consiguió una buena ventaja en Paraguay, no recibió goles, tiene
delanteros determinantes, es un grande de sudamerica… Tantas cosas tuvimos que
escuchar desde que empezó el torneo hasta el día de ayer. Tantos periodistas
que se llenaban la boca de elogios hasta atragantarse, hablando del plantel de
Jorge Fosatti… Repito, hasta el día de ayer.
Tigre salió
a jugar una final, cada uno de los gladiadores que vistieron la azul y roja se
brindaron por completo. Corrieron y guerrearon hasta lo último. Jamás bajaron
los brazos ante la adversidad. Tuvieron que salir a buscar el resultado en dos
oportunidades, en el inicio y cuando la visita se puso a tiro de la
clasificación. Se repuso a jugar con uno menos, tras la expulsión de la figura
Ruben Botta. Aguantó a un equipo durísimo, porque más allá de lo que dije
anteriormente sobre el Ciclón del Barrio Obrero, ellos también salieron a
disputar una finalisima.
Mariano
Echeverría, como tantas veces, marcó el camino a los 20 minutos con un testazo
certero para el 1 a 0. Javier García salvó las papas de manera increíble, algo
parecido a lo que hizo en el partido ante Racing Club. Cerro siguió atacando,
obligando a Lucas Orban (jugó de volante por izquierda), a volver a formar una
línea de cuatro.
Cuando los
paraguayos intentaban dominar el juego, Federico Santander, arrancó una maratón
desde su propio campo, asistió con lo justo a Botta, quien con una genialidad,
se sacó un defensor de encima y la clavó en un ángulo. 2-0 y al descanso.
En la etapa
final, luego del corte de luz que duró al menos 15 minutos, los dirigidos por
Fosatti, comenzaron a tener el balón, utilizando la pelota parada como arma de
destrucción masiva. En el mejor momento guaraní, llegó el tercero del Matador.
Botta, envió el centro para una palomita descomunal de Santander. El delantero
se sacó la mufa y marcó su primer gol en nuestro país.
El clima
era festivo, pero la oscuridad volvió a acaparar la atención y esta vez no fue
por falta de luz. El ciclón llegó al descuento, primero con un cabezazo en
soledad de Santiago Salcedo y luego con un tiro libre letal de Jonathan Fabbro.
La gente
siguió alentando, pidiéndole al equipo un esfuerzo más… El pedido llegó. Centro
a la olla, la baja Echeverría y Alejandro Donatti la empuja a la red, luego de
haber cabeceado al travesaño. 4-2 y la locura volvió a invadir al José
Dellagiovanna.
Hubo que
aguantar, en inferioridad numérica, todos los embates de los paraguayos que insistieron
hasta la agonía del cotejo, eso hay que reconocerlo.
Este Club,
sigue escribiendo páginas doradas en el libro de su historia. Gracias a los
jugadores, al cuerpo técnico actual y al que se fue. Todos son responsables de
este presente continental. Tigre es de América.
Ahora sólo
queda pensar en el próximo partido ante Lanús en el sur. Después se verá se si
viaja a Colombia y a Chile. Por lo pronto, hay que tratar de levantar y empezar
a sumar de a tres en el Torneo Inicial.
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