Nueva caída de Tigre por el Torneo Inicial. En
casa frente a Arsenal por 1 a 0. Gol de Lisandro López. Los fantasmas vuelven a
aparecer.
A no
confundirse. Llegar varias veces al arco rival, no significa jugar bien. Tigre
logró inquietar porque Arsenal se lo permitió. Los dirigidos por Alfaro se
conformaron con ese gol y aguantaron el partido. Ese es el negocio del equipo
de Sarandí, esa es su forma de jugar, la misma que le da resultados. Abren el
marcador, se paran bien en el fondo, ensucian el juego y se llevan los 3
puntitos en el bolsillo.
Hoy el
Matador no ligó. Cristian Campestrini, el arquero más tiempista de la historia
del fútbol, fue la figura. Lo tuvo Santander, Galmarini, Botta, Echeverría
debajo del arco, Silvio González, pero no hubo caso. Uno no cree en los
maleficios y brujerías, pero esto da a sospechar, la redonda no quiso entrar.
Ahora Tigre
deberá viajar a San Juan, en busca del primer triunfo. Partido difícil, como
todos. Luego recibirá a Millonario de Colombia, por la ida de las semifinales
de la Copa Sudamericana. A trabajar en lo anímico y en lo futbolístico.
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