Histórico Tigre.
Empató 1 a
1 en la altura de Bogotá ante Millonarios y se trajo la clasificación a la
final de la Copa Sudamericana.
Echeverría marcó para el Matador y lo igualó Jorge Perlaza. A los colombianos
no les alcanzó. Ahora se viene Sao Paulo.
Que palabras decir que ya no se hayan dicho. Que párrafos
escribir, que ya no se hayan escrito… A medida que iban pasando los partidos de
esta Copa, el libro de la historia dorada de Tigre se iba engrosando. Ahora se
viene el último capítulo de este cuento, de los tantos que seguro seguirá
escribiendo este club. Se aproxima la final con un grande del fútbol mundial.
El Matador enfrentará al Sao Paulo de Brasil.
Un marginado Tigre. Por los medios de comunicación, por los
“especialistas” de este hermoso deporte. Ninguneado primero por los periodistas
ecuatorianos, luego los paraguayos y ahora por los colombianos. Pero lo que más
dolía, era la falta de interés de los periodistas locales. Poco importa ahora,
silbando bajito, este plantel de la Zona
Norte, se fue metiendo entre los grandes, bajando a todos los
candidatos.
Tigre se hizo grande en Colombia, jugó con mucha autoridad,
realizó un trabajo defensivo muy correcto, más allá de algunos pequeños
desajustes. Golpeó cuando tenía que golpear y logró el objetivo, lo que fue a
buscar.
Millonarios, muy tibio, muy lejos de aquello que había
realizado en Victoria. Se vio sorprendido desde el arranque y eso lo confundió.
Tigre atacó de forma ordenada, sin correr de más, aguantando el aire y
soportando las patadas del rival, que pegó mucho.
El árbitro inclinó la cancha para el local, cobrando fouls
inexistentes cerca del arco de Damián Albil. Aunque el peor error del juez, fue
la no expulsión del jugador colombiano, tras una dura falta sobre Ruben Botta.
Luego del gol de Mariano Echeverría, el equipo se relajó y
los dueños de casa comenzaron a apretar y a apostar sus últimas fichas. En una
jugada aislada, llegó el empate. Quedaba poco tiempo, pero el conjunto
argentino lo pudo sobrellevar y logró hacer historia.
A pesar de los festejos y de la alegría, el domingo hay que
enfrentar a Belgrano en Córdoba para poder despegar en el Torneo Inicial.
Después habrá tiempo de pensar en Luis Fabiano y compañía.