Empate 0-0 entre TIGRE y Quilmes en
Victoria. Un partido para el olvido...
Malo, pésimo, desastroso, paupérrimo,
aburrido, ayúdenme porque se me acaban los adjetivos para calificar
este partido. Muy cortado el juego por el árbitro Pitana y dos
equipos que no demostraron reacción alguna, que no se les cayó una
idea, que salieron al terreno de juego para ver que pasaba... Y no
pasó nada. Un CERO grande para ambos.
Tigre se acordó de la pelota sobre el
final del encuentro, se lo pudo haber llevado, pero no acertó en las
jugadas clave. Wilchez sacudió el travesaño, Luna estuvo con la
mira desviada, Rincón y Leguizamón tampoco pudieron vulnerar al
arquero Dulcich.
La visita inquietó con los remates de
Brain Sarmiento, y controló el balón en la mitad de la cancha. Se
llevó lo que vino a buscar. Tigre sintió la ausencia de Joaquín
Arzura.
Muy poco para analizar, ya que sería
muy repetitivo. Ahora queda pensar en el próximo domingo y preparar
el duelo ante River Plate en el Monumental. Una buena oportunidad
para levantar la cabeza o para enterrarse definitivamente.
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