sábado, 15 de marzo de 2014

TRANQUILOS QUE ESTOY YO

Empate en cero entre Tigre y Godoy Cruz, un resultado que es una constante en el conjunto de Victoria. Quinto empate sin goles en lo que va del torneo para el Matador.

JAVIER GARCÍA, si con mayúsculas, fue nuevamente la figura de Tigre. Esta vez ante los mendocinos de Godoy Cruz. Mucho trabajo para el “1” tigrense. Pelotas muy difíciles, un cabezazo de Mauro Óbolo salvado sobre la línea, remates de corta y larga distancia. Probó mucho el Tomba al arquero, que respondió siempre de gran manera. Se fue ovacionado, merecido para un jugador que no la tuvo fácil desde que llegó al club. Con errores como todos, pero que con el correr de los partidos se fue ganando un lugar, y hoy sobresale en este Matador carente de imaginación, de entusiasmo, de suerte también… Para finalizar el monólogo de García, ojalá los otros 10 que están en cancha, puedan retribuirle la seguridad y confianza que él brinda bajo los tres palos. Para eso habrá que esperar, porque…

Tigre fue de menor a mayor, de mayor a menor, y se quedó en un término medio. La primera media hora de juego fue lamentable, penoso, un horror. No salía una, se le regaló la mitad de la cancha a la visita. En ataque no existió, en defensa tuvo muchos desajustes. Vamos por partes. Hoy Joaquín Arzura mejoró lo hecho en Rosario, pero no se lo notó cómodo con su compañero, estuvo muy errático con el balón. Los mejores momentos de Arzura se vieron siempre con Diego Castaño al lado, porque le da libertad para moverse para los costados, subir escalonadamente en el terreno de juego. En cambio con Marcos Gelabert, se sumergió en la indecisión, porque el Pampa también se mueve por el frente de ataque. Es por eso que el mediocampo del Matador no tuvo un buen partido, dejó muchos espacios a los rivales. Los ingresos de Wilchez y Peñalba acomodaron un poco las cosas, pero se debe mejorar.

En la parte ofensiva, el único que aportó algo diferente fue Matías Pérez García. Aunque las chances más claras estuvieron en los pies de Pablo Vitti y Lucas Janson. En la primera, el rosarino estrelló un remate en el palo. En la segunda el juvenil definió mano a mano con el arquero Carranza, quien evitó la apertura del marcador.  Luego ingresó Sergio Araujo por Janson. El ex Boca no aportó.

La defensa pasó malos momentos. Por el lado de Lucas Vesco los dirigidos por Jorge Almirón se hicieron un festín. Se lo notó perdido al marcador central devenido en lateral por derecha. Hay que ser honestos, se vive improvisando con los “4” desde que tenemos uso de razón. Hoy le toca pagar los platos rotos al joven Vesco, ya los pagaron Gastón Díaz y Facundo Sánchez. Las cosas que no se enseñan en inferiores, cuesta aprenderlas sobre la marcha. Hoy Fabián Alegre debe entender que Tigre no está para improvisar, el promedio acecha, y luego se va a hacer muy cuesta arriba la situación con los números en rojo. Ignacio Canuto y Erik Godoy estuvieron firmes como siempre. No me puedo extender hablando de Guillermo Cosaro, porque sería caer en la misma que Vesco.

Hubo llegadas, las oportunidades existieron, no se pudieron concretar, mala suerte. No hay que depender de la fortuna. Si vos tenés en claro a lo que jugás, los goles llegan solos. Pero si no existe una idea de juego, se va a hacer difícil generar algo fructífero. Sumar siempre sirve, pero el club hoy necesita los tres puntos como el agua. Se viene Colón en Santa Fe. 

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