Tigre cayó en el sur ante Quilmes por 1-0 con
gol de Sebastián Romero. El equipo mostró su peor cara y dejó el invicto en
manos de un equipo que había perdido en todas sus presentaciones. Se viene
River Plate.
No sólo
perdió el invicto, sino que no mostró armas para plantearle el partido al
Cervecero, que venía de última. Para poder imponerse en este encuentro, el
Matador debía mejorar la performance realizada ante Argentinos Juniors la
semana pasada. Sin embargo, nada de eso ocurrió, fue todo lo contrario, un
plantel sin ideas y sin ganas de jugar. Pero no sólo con buen fútbol podés
superar estas batallas. Para ganarle a Caruso Lombardi, que con 3 limones y 2
frutillas te hace una ensalada de frutas, necesitás ser agresivo, poner garra,
correr cada pelota como si fuera la última, defenderse con el balón, tener el
arco entre ceja y ceja. La tarde para Tigre en el Centenario estuvo muy lejos
de ser la ideal.
Empezamos
con la mano que el DT le metió al equipo… Cristian Bordacahar, saltó de la
reserva directo al once titular. ¿Dónde se vio eso? El pibe la rompió en
partido preliminar ante los descartados del Bicho de la Paternal, metió dos
goles, pero de ahí, a llegar a estar en el inicio de los 90 en la Primera, hay
un abismo. ¿A quién sacó? A Ariel Nahuelpán, el único que las peleó todas en la
última fecha, el único capaz de imponerse a los rudos centrales rivales, en
fin, el único que se atrevió a pegarle al arco ante Quilmes en los minutos que
le tocó jugar.
Otro
gran error es jugar sin un “4” real. Ya nos estamos acostumbrando a eso,
primero con Gastón Díaz, ahora con Facundo Sánchez. El golazo de Chirola Romero
llegó después de un error del jugador, que no siente esa posición. Bueno, igual
se sabe, está en todos los manuales del fútbol, nunca hay que jugar el balón
hacia adentro cuando se está en defensa, y más si el rival te presiona bien
arriba. No hay lateral derecho, pero podés ponerlo a Erik Godoy en ese sector,
que cuando le tocó en un principio, lo realizó bien. De central probás con
Ignacio Fideleff. Si no te gusta el blondo, bueno lo mandás a Diego Castaño a
la ratonera y a Gabriel Peñalba en el medio. Pero seguir insistiendo con esos
dos jugadores que no rinden, es de terco.
No se
puede dudar que Ricardo Caruso Lombardi es un DT pillo, que sabe cómo jugar
este tipo de partidos. Mando una marca incesante sobre el generador de Tigre:
Matías Pérez García. Lo que cobró ese muchacho, por todos lados, con el consentimiento
de Carlos Maglio por supuesto. Fue imposible crear una jugada clara, los Cerveceros destruyeron todo intento. Al fin y al cabo, les sirvió para quedarse
con los 3 puntos.
La
visita extrañó a Joaquín Arzura. El juvenil quedó afuera por una contractura y
se notó su ausencia. El Negro Castaño no pudo con las marcas, recurrió mucho a
la infracción. Le costó mucho al Matador la recuperación de la redonda. Godoy
y Canuto fueron lo mejorcito de un conjunto
que dio lástima en el terreno de juego. Sinceramente fue uno de los peores
desempeños de los últimos tiempos.
No
quiero ser repetitivo, pero esto ya lo dije el torneo pasado. Los jugadores
deben saber que Quilmes no sólo es un enemigo en los promedios, es un clásico,
y que nos viene pintando la cara de forma consecutiva. Los hinchas no pueden
tolerar más estas derrotas, la falta de entrega menos… Queda mucho por mejorar
de cara al jueves. River Plate es el próximo desafío. HAY QUE GANAR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario