Tigre perdió en su visita a Floresta. Fue 2 a 0
frente a All Boys con goles de Martín Zapata y Juan Pablo Rodríguez. El equipo
se hunde y no tiene de donde agarrarse. Panorama oscuro para Arrubarrena y cia.
Ese maldito
karma llamado All Boys, desde que subió a Primera el Matador nunca pudo con el.
Dos empates y dos derrotas, esta última muy dura, un golpe al mentón, lo deja
tambaleando, con riesgo de caída y de K.O. Pero todavía no hay que tirar la
toalla, quedan varios puntos en juego. Lo peor es depender de resultados
ajenos, pero es lo que hay.
Tigre no
tuvo idea de juego, fue para adelante, intentó, atacó, eso no se puede negar.
Para ganar hay que hacer más que eso. Se debe ser capaz de vulnerar y de
quebrar las férreas defensas que imponen este tipo de rivales, que no juegan a
nada y esperan el momento justo para lastimar. Así juega el equipo de José
Romero, a esperar, algo parecido al Arsenal de Gustavo Alfaro. Esperar, romper
el juego en todo momento y aprovechar el contraataque.
No hay nada
que reprochar ni fijarse en los demás,
los del Vasco Arruabarrena, tienen que saber sobrellevar este tipo de
encuentros, donde el equipo de en frente se defiende con uñas y dientes. Hay
que atacar de forma ordenada, nada de pelotazos sin sentido, jugar por abajo,
como estos jugadores saben, aunque parecen haber perdido el libreto.
Muy poco
para hacer un análisis minucioso de lo que fue la derrota ante el “Albo”, muy
pobre, nada para rescatar. La defensa tuvo un desempeño muy por debajo del
esperado, Poco de Morales y Román, a Leone le costó mucho su inactividad y
Diego Castaño siempre está, pero no fue suficiente. Flojo lo de Carlos Luna,
Leandro Díaz no entró en sintonía y Maggiolo… Entró Maggiolo? Tigre jugó con un hombre de más durante gran parte del segundo tiempo, y no lo supo hacer valer.
Se viene
jornada de Copa Argentina el 11 de Abril frente a Argentinos Juniors y luego el
choque con el puntero Boca Juniors. Ese partido puede ser bisagra para lo que
se viene.
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