Tigre
cayó como local ante Quilmes 1-0. El único gol del partido lo convirtió Claudio
Bieler de penal. El Matador perdió el invicto en casa.
Una vez
más el árbitro Andrés Merlos en el ojo de la tormenta, esta vez se encargó de
arruinarle el festejo de cumpleaños a todos los hinchas de Tigre. Todos
recordamos que este mamarracho de juez nos perjudicó en Bahía Blanca hace un
tiempo, hoy nos volvió a ver la cara de boludos, cobró un penal que no fue y
nos quitó la posibilidad de pelear en la cima del torneo. No sólo nos falta el
respeto el árbitro, sino también la AFA
al ponernos siempre a jugar en días y horarios laborables. Un día hay que poner
los huevos sobre el escritorio, para que dejen de pintarnos la cara.
Hoy el
aplauso sólo se lo lleva la gente que fue a alentar, porque en el terreno de juego poco y nada. Una
defensa que cometió muchos errores, que quedó siempre mal parada y que le dio
vida a un Quilmes que se llevó mucho premio de Victoria.
El
medio perdió más de lo que ganó, los descalabros defensivos llegaron tras
regalar la pelota en la mitad de la cancha. Los delanteros no supieron meterla,
algunos jamás inquietaron al arquero de Quilmes. Las modificaciones de Gustavo
Alfaro no sirvieron de mucho. Hay que reconocer que el Matador no ligó una,
tuvo oportunidades, pero la suerte no apareció.
Los del
sur lo ganaron por el penal y porque Tigre lo dejó agrandarse, no hay mucho más
que explicar. Es tiempo ya de pensar en el próximo partido por Copa Argentina
ante Racing Club.
Es una
pena que el cumpleaños del club no haya podido tener un broche de oro, la
fiesta no se pudo coronar con un triunfo. VAMOS MATADOR, POR MÁS AÑOS DE
HISTORIA.
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