Perdió TIGRE en su visita a San Juan. San Martín
se impuso 3-1 con doblete de Gómez y el restante de Bogado. Blengio había
empatado transitoriamente para el Matador.
Derrota
que duele, porque son esos partidos donde tenés que mostrar autoridad si pensás
en pelear arriba. Cuando parecía que Tigre se embarcaba en un viaje de ensueño
en este torneo, el empate de local ante Defensa y Justicia y este cachetazo en
San Juan, nos muestra la cruda realidad que estamos viviendo, a veces endulzada
con triunfos esporádicos.
Hay
jugadores que volvieron a mostrar puntos muy flojos y las sustituciones del DT,
tampoco pudieron generar una revolución que nos de respuestas dentro del campo
de juego. El día que algunos dejen de jugar para la cámara y para los
compilados semanales de “lujitos”, vamos a andar un poco mejor. Un puesto en
defensa te lo ganás poniendo huevo como el Chimi Blengio. Si te querés ganar un
puesto en la mitad de la cancha tenés que recuperar, mantener un equilibrio,
asistir a tu compañeros, y no perdiendo la pelota o haciendo faltas estúpidas e
innecesarias en zonas de peligro. Y si sos delantero, para ganarte ese lugar hay
que meterla adentro. A un atacante se le
pide goles, nada de chiches y bicicletas, GOLES. El Matador tiene jugadores
interesantes, grandes promesas, pero se tienen que romper el lomo con esta
camiseta, para no irse a pasear a Europa y luego terminar en la B Metro.
A Tigre
lo liquidó el segundo gol del local. Un tiro libre de Bogado que se desvió en
la barrera y descolocó a Javier García que no llegó a sacarla. A partir de esa
desafortunada jugada, los dirigidos por Gustavo Alfaro fueron a buscar el
empate más con empuje que con ideas, algo que muy pocas veces da un resultado
positivo. Para colmo de males, de tanto buscar el arco rival sin éxito, una
contra sanjuanina dejó mal parada a la defensa y se terminó el partido. 3-1.
Cuando
el encuentro estaba igualado, ambos equipos mostraban sus credenciales al
unísono, un duelo muy parejo. La balanza comenzó a inclinarse a favor de San
Martín, primero cuando el árbitro comenzó a mostrar tarjetas amarillas a los
visitantes, ignorando entradas fuertes de los dueños de casa. Segundo y
principal, nosotros se la hicimos muy fácil a Laverni muchachos, haciendo
foules tontos en la proximidad del área. Demasiado sencilla se la hicimos…
Pecamos de ingenuos.
Hoy
sólo voy a destacar al jugador que me hizo sentir orgullo: JUAN CARLOS BLENGIO.
No sólo por el gol, sino porque se nota a la legua que siente la camiseta, por
ir al piso en cada pelota como si fuese la última, por hacer lo que los delanteros
no pudieron. Contagialos Chimi, ese va a ser tu trabajo en la semana.
El
próximo partido será de local ante Estudiantes de La Plata. Un equipo que no
viene bien y buscará levantarse en Victoria. A estar atentos. VAMOS TIGRE,
PONGA HUEVO, GARRA y CORAZÓN.
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