lunes, 18 de noviembre de 2013

VOLVIÓ LA ALEGRÍA


Tigre volvió al triunfo en casa ante uno de los animadores del torneo. Venció a Newells por 2-1 con goles de Sebastián Rusculleda y Gastón Díaz desde los doce pasos. Muñoz abrió el marcador y Trezeguet mandó un penal a las nubes en la Lepra. Sonríe el Matador.

Y un día volvió la gente, el grueso de la hinchada, los no socios y la tribuna fue una fiesta. Esa estúpida restricción del APreViDe llegó a su fin. Volvió a gente, volvió el triunfo, volvió la alegría. Los hinchas no pararon de alentar y eso se sintió, se vio reflejado en los jugadores que hoy dejaron todo,  jugaron como si fuese una final, como si estuviese peleando el campeonato, poniendo huevo, yendo a trabar con el corazón, rompiendo los esquemas de un pálido equipo rosarino, que supuestamente pelea el campeonato, pero que más allá del gol y el penal, no generó peligro a Javier García. Fueron más insinuaciones desesperadas con centros y pelotas paradas, que chances concretas de cara al arco tigrense.

Hoy los de Alegre anularon el mediocampo del rival, con un Joaquín Arzura descomunal,  con Castaño metiendo y jugando, y con un Rusculleda que le tapó la boca a más de uno (me incluyo). Hoy Ruscu la rompió, se puso el equipo al hombro ante la ausencia de Pérez García, no sólo convirtió el tanto del empate, sino que generó las jugadas más claras del local. Estos jugadores lograron dar vuelta la historia, como lo habían hecho ante Arsenal de Sarandí.

Sin lugar a dudas hubo una situación que torció el destino del encuentro. Trezeguet desvió el penal que le había regalado Gastós Díaz. Vaya a saber que le pasó por la cabeza al ex Platense, Juventus, River Plate  entre otros.  No se sabe a ciencia cierta, pero algunos afirman haber visto al fantasma que lo va a acechar al franco-argentino por el resto de su vida, el de aquella final perdida en el mundial 2006, dónde goleador falló el penal definitorio ante Italia. Bueno, cuestión que con el 1-1 se fueron al descanso, con un alivio en los corazones de la gente.

En la segunda mitad, Tigre aprovechó la velocidad de los laterales y de Lucas Jansón para complicar a los rosarinos. A los 19 minutos del ST, llegó la revancha para Díaz con un penal que cambió por gol, 2-1.

A partir de allí, el dueño de casa ajusto las líneas y comenzó a aguantar las leves embestidas de la Lepra.  Norberto Paparatto  y Erik Godoy, fueron los baluartes en el juego aéreo de la defensa, redondearon una buena actuación, más allá de algunos rechazos defectuosos.

Fue un partido complicado en la previa, pero que el Matador supo llevar y conseguir el ansiado triunfo. Nadie daba ni dos pesos por Tigre, que se puso el overol y sumó de a tres. Ahora viene Belgrano en Córdoba. Linda oportunidad para engrosar el promedio.





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