Tigre venció a Atlético de Rafaela por 3-1
logrando la segunda victoria consecutiva como local. Doblete de Guillermo
Cosaro y Pablo Vitti para el Matador. Rodrigo Depetris había marcado el empate
transitorio. Quedan 3 puntos para el objetivo de 25.
Sin
lugar a dudas hoy fue uno de los mejores partidos en la era Alegre. Un equipo
bien parado en el fondo, con un mediocampo creativo y combativo a la vez,
presionando bien arriba, forzando al error del rival, distribuyendo el balón,
manejando los tiempos, golpeando en los momentos justos. Hoy fue Tigre quien
pegó de entrada, con el testazo de Cosaro, para arrancar la tarde calurosa y
feliz en la zona norte, más allá de que algunos quisieron opacarla. Hoy el
verdadero hincha tigrense disfrutó de un buen encuentro, de un triunfo que deja
al Matador cerca de lograr el objetivo, aquel que parecía lejano hace un tiempo
atrás, pero que hoy casi es una realidad. Si bien se necesitaban más de 25
puntos, estar a un paso de obtenerlos, es motivo de tranquilidad para trabajar
en lo que viene, que será muy duro, aunque con la fe intacta, porque esto es el
Club Atlético Tigre señores.
La
Crema de Burruchaga fue un espectador de lujo en la primera etapa, limitado a
cometer infracciones, a detener el juego, mareado por el toque del local,
pálido, en estado de shock. Caló muy ondo el último encuentro en Santa Fe ante
San Lorenzo, cuando se les escapó la gloria en los últimos minutos. Quedó
demostrada con esa pobre imagen, hoy Rafaela no estuvo a la altura de las
cirscuntancias, y Tigre se aprovechó. Sin embargo la visita contó con un mano a
mano de Vera picándola ante Javier García. El balón se iría al lado del palo
para el alivio de la gente. Más tarde Canuhé, hizo lucir al “1” tigrense en un
tiro libre. Sólo fue una ráfaga.
Los
dueños de casa tuvieron dos claras en los primeros 45. Cosaro asistió a Sergio
Araujo, quien la bajó dentro del área, el arquero Conde salió rápido para
salvar su valla. Luego Fideleff con un cabezazo que salió rozando uno de los
parantes.
Pablo
Vitti salió a jugar el segundo capítulo por Araujo, el ex Boca tuvo una sobre
carga en el aductor. El cambio le hizo bien al conjunto de Fabián Alegre. Vitti
demostró una gran calidad y visión de juego, un tipo que paró la pelota, pensó
cada jugada, asistió e hizo jugar a los demás. Se acopló bien con Pérez García
y luego con Wilchez cuando este ingresó.
El
empate de los rafaelinos llegó con los cambios de Burruchaga. Mansanelli remató
desde fuera del área, García respondió de gran manera, pero allí estaba
Depetris para sentenciar el 1-1. Fue un accidente, de otro partido.
Rafaela
se agrandó, aunque le duró muy poco. Nuevamente Cosaro puso en ventaja al
Matador, y Vitti lo terminó de sentenciar. 3-1 y a otra cosa.
Hay que
rescatar siempre el nivel superlativo de Joaquín Arzura, la gran joya que tiene
la institución de la Zona Norte. Muy inteligente a la hora de recuperar la
pelota, de desplegarse por el terreno de juego, llegando al área contraria. Le
faltó el gol, pero él está para otra cosa. Erik Godoy estuvo impenetrable,
demostró que puede ser primer marcador central sin inconvenientes. Se pueden
destacar muchos jugadores, porque salvó algunas excepciones, estuvieron en un
nivel por encima del esperado.
Se
viene la última fecha ante Estudiantes en La Plata, es una final, y las finales
se deben ganar, con los dientes apretados, con el corazón, pero por sobre todas
las cosas, jugando al fútbol.
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