Empate 0 a 0 en el Nuevo Gasómetro entre San
Lorenzo y Tigre. Ambos equipos hicieron méritos para llevarse el partido, la
igualdad terminó siendo lo más justo. Buen planteo del DT Fabián Alegre.
El
Matador de Victoria se trajo un punto muy valioso desde el Bajo Flores, contra
un rival a priori era superior, en los papeles, esos que se queman cuando el
árbitro pita el inicio del juego. Ahí es el momento en donde deciden los
jugadores, donde la previa queda al margen. Hoy San Lorenzo no pudo con Tigre,
no por incapacidad, sino por el gran trabajo táctico de los dirigidos por
Alegre. Bien parados en el fondo, yendo al piso en cada pelota, reventando el
balón cuando fue necesario, sin ponerse colorado. Así jugó el conjunto
visitante, que pudo ganarlo, pudo perderlo, pero que jamás se vio superado por
el rival de turno, ese que venía agrandado por la prensa exagerada. Este San
Lorenzo, que mostró un poquito más de luces que otros equipos, mostrando la
mediocridad en la que se encuentra el fútbol argentino, este San Lorenzo de Pizzi, nunca supo cómo
vulnerar al Tigre indomable de la Zona Norte.
Si hay
algo que reprochar en el partido de hoy, fue la ineficacia en los últimos
metros, en el área Cuerva. Hoy a Cristian Bordacahar le va costar conciliar el
sueño, falló dos oportunidades inmejorables, lo que no se le puede reprochar es
la entrega y la actitud. Luego fue sustituido por Pablo Vitti, otro que titubeó
en la definición, desperdiciando un mano a mano ante Torrico.
El Cuervo
no se quedó atrás, la tuvo en el PT con un remate al primer palo que sacó
Javier García al córner. Luego en la etapa final, se lo negó el travesaño. Es
por eso que la parda le quedó bien al marcador.
Volvió
Pérez García luego de la suspensión, lo hizo de menor a mayor, hizo jugar al
equipo en algunos tramos del juego. Sobre el final lo derribaron dentro del
área, aunque el árbitro Fernando Rapallini entendió que simuló y le mostró
tarjeta amarilla. Dudosa decisión.
La
defensa mostró fortaleza, prácticamente no hubo errores, se jugó con garra y
corazón. Hoy el poderío ofensivo de Casla se vio opacado por el gran trabajo de
la línea de fondo.
Ahora
se vienen dos partidos en casa. Primero ante Gimnasia de La Plata y luego ante
Arsenal de Sarandí. Linda prueba para hacerse fuerte en el José Dellagiovanna,
y para alejarse de los puesto de descenso.
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