Tigre derrotó en Junín a Sarmiento por 1-0
con gol de Sebastián Rincón. El Matado cortó una racha de 3 empates
consecutivos y llegó a los 31 puntos.
Buen
triunfo de visitante, muy necesitado para el pueblo tigrense. Muchos empates
había acumulado y los de arriba se alejaban. Hoy con 31 puntos bajo el lomo,
podemos decir que es una gran campaña.
El
primer tiempo mostró al Matador tratando
de proponer su juego, a pesar del mal estado del campo de juego. Muy activos
Lucas Janson y Sebastián Rincón para llevar la pelota hacia adelante, teniendo
como faro al Chino Luna, que nunca da una pelota por perdida. El propio Luna
tuvo una chance clara, casi definiendo de emboquillada ante la salida del
arquero y el cierre de un defensor que alcanzó a sacarla casi sobre la raya.
Tigre advirtió que el trabajo de Sarmiento era esperar alguna contra, por eso
Alfaro desplegó las líneas y sumó al ataque a los laterales Galmarini y Godoy,
para acoplarse con los mediocampistas y dominar territorialmente a los
dirigidos por Lippi. Todo esto fue en
una ráfaga que duró un par de minutos, luego ambos equipos se dedicaron a
prestarse el cuero, abusando del pelotazo,
sin poner la acción contra el suelo para realizar algo más vistoso.
La
armonía se rompió con el grito sagrado del colombiano Rincón. Centro de Facundo
Sánchez, Janson la bajó y remató, rebote en un defensor, la capturó el moreno y a cobrar. 1-0. Mejoró
mucho Rincón, recuperó la confianza. La tranquilidad de saber que es la primera
opción para Alfaro, le levantó la moral. Antes miraba todo desde el banco de
relevos, hoy es pieza indiscutida a pesar de la llegada de Fede González, una
buena opción de recambio. La partida de Marcelo Larrondo, le allanó el camino
al delantero “cafetero”.
En la
segunda mitad, los locales modificaron su postura conservadora y comenzaron a
arriesgar un poco más en el sector ofensivo. Con más ganas que fútbol, lograron
retrasar al Matador en su campo y tuvieron sus mejores opciones con la pelota
detenida. Alfaro mandó a la cancha a Pelletieri por Janson, para poder
recuperar el juego en la mitad de la cancha, y a Menossi por Orzán, para no
resignar el ataque.
A Tigre
le costó mucho hacer pie en la etapa final, Sarmiento le metió presión a fuerza
de centros y pases largos. Por suerte todas las embestidas se toparon con la
seguridad de Sebastián D’Angelo.
El
Matador aguantó el resultado hasta el final, donde terminó llevándose una
victoria justa, sobre todo por lo hecho en el el PT.
La
próxima fecha será en casa ante Quilmes, una gran oportunidad para poder
empezar una racha de triunfos. VAMOS TIGRE DE MI VIDA.