Tigre jugó de manera descomunal y goléo a Atlético de Rafaela por 3 a 0. Carlos Luna, Diego Castaño y Diego Morales de penal convirtieron para el local. El Matador llegó a los 27 puntos. La Crema santafesina fue una sombra.
No se si fue el calor sofocante o el color de la camiseta, pero por momentos me pareció haber visto al Barcelona jugando en el Coliseo de la Zona Norte. Salvando las distancias y dejando de lado la exageración, hoy Tigre jugó uno de sus mejores partidos en años. Dominó a su rival desde el pitido inicial hasta la finalización del encuentro. Tocó, jugó, dejó en ridiculo a Rafaela, lo goleó y se quedó corto, porque la diferencia pudo ser mayor. El equipo funcionó a la perfección, la gente se rompió las manos para aplaudir a cada jugador, porque cada uno hizo lo suyo.
Morales fue elegido como la figura, pero Castaño, Román Martínez, Ramiro Leone, Luna y Juan Carlos Blengio, todos estuvieron para el podio. Hasta Javier García, que atajó una pelota excepcional cuando el partido estaba 1 a 0, en la única llegada clara del equipo dirigido por Carlos Trullet.
Lo mejor del conjunto de Arruabarrena fue el mediocampo, pero estuvo bien en todas las líneas. El primer tiempo fue excelente, algo que se le reprochaba a estos jugadores, era que salían tímidos y dormidos desde el vestuario. Quedó demostrado que este grupo tiene todo lo que tiene que tener para salvarse de esta situación comprometida de los promedios.
Por lo pronto, con estos tres puntos Tigre trepa al segundo puesto de la tabla, sale de la zona de descenso directo (hasta que juege Olimpo) y se acerca a las copas internacionales. Igualmente queda claro cual es el principal objetivo para este semestre.
El próximo rival será Defensa y Justicia en el debut en la Copa Argentina en cancha de Lanús. El Vasco pondrá algunos suplentes, ya que por el campeonato visitará a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, un rival directo en la lucha por mantener la categoría.
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