TIGRE perdió 4-1 en Victoria ante Colón de
Santa Fe y se despidió de la liguilla pre sudamericana. Callejo, Ledesma, Ruiz
y Romero convirtieron para el Sabalero. Jorge Rodríguez había empatado transitoriamente
para el Matador. Quedó en duda la continuidad del DT Gustavo Alfaro.
Sería
fácil lavarse las manos y decir que se acabó el 2015 para Tigre, desear feliz
navidad y próspero año nuevo. Sería sencillo, pero no se puede, hay que poner
la cara. Hay que explicar lo que pasó ante Colón, hay que contar lo que sucedió
durante todo el certamen. Se hicieron 46 puntos, gran marca, 46 puntos de 90… También
podemos criticar la organización del torneo, de esta nefasta pre liguilla,
donde el décimo noveno, que hasta hace poco peleo por no descender, hoy dejó
afuera de la copa Sudamericana a un equipo que estuvo en el top ten. La excusa
perfecta, la que eligieron los jugadores, echarle la culpa a la organización…
Todo bien, pero el décimo noveno, el que peleo el descenso, te clavó 4 goles en
tu casa, te dejó en ridículo. Así que, un poco de autocrítica muchachos, lo de
hoy fue penoso, similar a lo de Huracán en la copa, Huracán… Otro que casi se
va a la B y que nos bailó en nuestro coliseo.
El
encuentro fue raro. La visita cacheteó de entrada, pero Tigre no se desmoralizó
y redondeó un buen primer tiempo. Opciones claras frente al arco rival, dominio
de las acciones. El Matador no mereció ir abajo en el marcador en la etapa
inicial.
El
segundo tiempo fue distinto, lo único para destacar fue el golazo del Japo
Rodríguez, era el empate. A partir de ese momento, se fue todo al diablo. El
equipo se retrasó, en defensa no dio pie con bola y los santafesinos se
agrandaron. El gol de Ledesma destruyó a dueño de casa, lo mató, lo dejó K.O.
No hubo
vuelta atrás, la línea defensiva estaba adormecida y a Javier García le entraron
todas. Sin Blengio en la cancha (se fue lesionado en el PT) y con la roja a
Galmarini, previa al golazo de Alan Ruíz, el Matador quedo arruinado.
Lo
cambios no dieron el efecto que buscó el DT, puso más peso ofensivo y no sirvió
de nada. Los últimos minutos dejaron la imagen de Gustavo Alfaro en la línea de
cal, bajo la lluvia, con la mirada perdida y en silencio. La historia ya estaba
escrita.
Se
acabó nomás, como en el juego de los dados, “tachame la doble”, tachame el
campeonato local, la Copa Argentina, la Sudamericana, la pre liguilla a la
Libertadores y la pre liguilla a la “Sudacup”.
Ustedes dirán si el balance es positivo o negativo. Lo que se puede rescatar es
que la lucha por el descenso quedó atrás.
La
decepción es grande porque se puso la vara
muy alta desde un principio. Hay muchas estrellas en el cielo, pero
están muy lejos para alcanzarlas. Si queremos acercarnos a ellas, hay que poner
la plata sobre la mesa, armar un plantel competitivo, dejar ir a los que no
están a la altura de este club y a los que tienen la cabeza en otro lado.
El año
que viene habrá sólo dos competencias, torneo local y Copa Argentina. Ojalá los
dirigentes sepan elegir jugadores de jerarquía para poder pelear por algo.
HASTA EL 2016 MATADOR!!!