Empate en cero entre Tigre y Argentinos
Juniors en Victoria. El Matador lo buscó pero no pudo. Invicto en el torneo y
el arco propio. Los de la Paternal eran un duelo directo.
Siempre
terminamos en la misma situación de decir que Tigre mereció los 3 puntos, que
fue el que intentó llevarse el partido, que el rival no pateó al arco, pero lo
que realmente hay que destacar es que el Matador jugó mal. El juego fue
parecido a lo visto ante Olimpo, también en casa, de mediocre a malo. Un
encuentro para el olvido. ¿Qué pasó ahora? ¿Se invirtieron los roles? ¿Se hacen
buenas actuaciones de visita, y en nuestro hogar no le encontramos la vuelta?
¿Los jugadores se sienten más cómodos jugando contra equipos que salen a buscar
el resultado? Lamentablemente las respuestas a esas preguntas terminan en lo
mismo.
Estos
son los enfrentamientos que se deben ganar, los directos por los promedios,
hacer de casa una fortaleza, arañar como sea puntos en otras tierras, pero en
la Zona Norte hay que triunfar, y mucho más contra estos clubes que no quieren
jugar, que vienen por compromiso, a ver lo que pasa. Si lo hecho por los Bahienses
rozó lo vergonzoso, no encuentro el adjetivo calificativo para evaluar lo
realizado por el Bicho de la Paternal.
Hablando
de nuestro plantel, hoy hubo falencias, falta de comunicación entre los nexos
de la línea central y los atacantes. Pablo Vitti se ubicó muy lejos de la zona
de definición, hoy no estuvo en el nivel que acostumbra. Pérez García apareció
en ocasiones, para asistir a sus compañeros, para hacerse espacio entren los
defensores y rematar al arco, aunque le falto más picardía. Ariel Nahuelpán fue
el que más voluntad le puso, luchó con todos los defensores. Eso si, el
delantero falló en las decisivas, dos cabezazos debajo del arco que se fueron
por arriba.
Joaquín
Arzura volvió a demostrar gran nivel, para recuperar y jugar, el árbitro dejó
que le pegaran mucho. El mediocampista central la ligó de todos lados. Federico
Beligoy le perdonó la vida a Hernán Boyero.
Lo más
flojo del local paso por las bandas, más
que nada en el aspecto defensivo. Facundo Sánchez no es “4”, las tareas de
carrilero las realizó a la perfección, pero a la hora de defender, no paro a nadie.
Era una autopista sin peaje.
Fabián
Alegre movió el banco, pero sólo cambió figuritas. Peñalba x Castaño, Wilchez x
Gelabert, Sand x Vitti. Si, son jugadores con características diferentes, pero
parados en el mismo lugar no sirven. El equipo estuvo unos metros retrasados en
el terreno. Cada uno tiene un trabajo que cumplir, el que tiene que hacer los
goles, no puede estar en su propio campo recuperando la pelota. El nivel de los
de Borghi ameritaba arriesgar un poco más. Jugar con línea de tres en el fondo
y mandar toda la carne al asador. El DT debe probar con esa alternativa en los
entrenamientos, porque hoy Argentinos Juniors casi no atacó.
Se
viene una finalísima con Quilmes en el sur. Se viene Caruso Lombardi y su juego
cerrado. Lindo examen para volver a recuperar la senda del triunfo.