Tigre mezcló un primer tiempo vistoso aunque ineficaz, con un segundo tiempo mal jugado pero contundente. Suena confuso, es verdad. El Matador golpeó de entrada, al minuto de juego, Diego Castaño conectó un remate tras un cabezazo de Carlos Luna para el primer grito tigrense.
De ahí en más, el local manejó la pelota, tocando bien por abajo, con Román Martínez y Diego Morales entendiéndose a la perfección. A pesar de dominar las acciones, los de Arruabarrena comenzaron a cederle el balón al rival, terminando la primera mitad de juego replegado en su campo.
Tigre salió dormido para jugar el segundo tiempo, y el conjunto dirigido por Daniel Garnero, tomó la posta y comenzó a acorralar al dueño de casa. En ese momento aparecieron Javier García y los defensores para capear el temporal sanjuanino.
Cuando comenzaban a caer algunas gotas de lluvia y parecía que a los de Victoria se les venía la noche, apareció el Chino Luna con un testazo para marcar el segundo gol. Fue un desahogo para toda la gente que no podía creer el pobre nivel que el equipo estaba demostrando en la cancha.
Unos minutos más tarde, Matías Escobar que había ingresado en lugar de Leándro Díaz, metió la cabeza de forma certera para dejar al arquero Pocrnjic parado como una estatua. 3 a 0 liquidado.
Sólo hubo tiempo para una tonta expulsión de Castaño y un penal que Gastón Caprari cambió por gol.
Hubo muchos grises en el juego pero se ganó y es lo que importa en este momento. Godoy Cruz en Mendoza es el próximo objetivo. Una nueva final.
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