Tigre volvió a perder y es preocupante, ya que no tuvo ideas para dominar a un Arsenal, que jugó casi todo el segundo tiempo con un hombre de más. Si bien, el equipo de Sarandí ya estaba 2 a 0 arriba con dos golazos de Luciano Leguizamón, los de Diego Cagna, en superioridad numérica, controlaron la pelota, pero nunca supieron que hacer cuando la tenían en sus pies.
Las llegadas que generó el equipo visitante morían en las manos del ex arquero de Tigre, Cristián Campestrini, quien estuvo muy seguro y fue una de las figuras del partido, junto al goleador de la noche del sur del conurbano.
Martín Morel y Matías Giménez fueron amonestados y no podrán jugar frente a Velez en la próxima fecha, por acumular 5 amarillas. Los dos tenían la cabeza en otro lado, ya que en la semana hubo negociaciones por ambos jugadores.
El técnico deberá meter mano en el equipo, y el que no este apto para jugar, que no lo haga. El jugador que ingrese a la cancha tiene que pensar solamente en la camiseta que esta vistiendo y en el club que le da de comer.
Este sistema de anotar jugadores con el libro de pases ya cerrado, es lo que genera los problemas en la mente de los jugadores. Es inentendible que una vez comenzado el campeonato, un equipo sufra el riesgo de ser desmantelado con el correr de las fechas.
El día que cambie eso, vamos a poder decir que el fútbol, es un deporte serio.
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