domingo, 8 de agosto de 2010

ESTO RECIÉN EMPIEZA



Tigre planteó un buen partido hasta los últimos 10 minutos del mismo. Daniel Islas no tuvo mucho trabajo, la línea defensiva no se complicó y el medio campo tuvo un solo dueño: Diego Castaño.

El único reproche que puede hacerse es en el aspecto ofensivo, muy pocas llegadas, tan sólo un remate en el poste de Martín Galmarini y el resto de los intentos a las manos del arquero Juan Pablo Carrizo. El "Matador" jamás utilizó su máxima virtud: el juego aéreo. Virtud que se supone a priori, porque podés tener a los jugadores más lungos de Argentina, pero si no sabés utilizarlos, no sirven... y Tigre no supo.

El encuentro fue malo, aburrido para los ojos... Los padres que llevaron a sus hijos para el día del niño al estadio Monumental de Núnez, quedaron en deuda, seguramente escuchando hasta el hartazgo la frase "¿Papi falta mucho?"... Pero el fútbol es así, sobre todo cuando se juegan estos encuentros por los "seis puntos", donde ninguno quiere arriesgar... Y los de Angel Cappa arriesgaron un poquito más, por eso se llevaron el partido.

Tigre recibirá a Arsenal de Sarandí por la segunda fecha, el principal objetivo es volver a hacerse fuerte en casa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No concuerdo en que river arriesgó un poco más. Colocar 3 volantes centrales para tapar la salida de Leone o Castagno no tiene mucho sentido. El millonario nunca utilizó el ancho de la cancha para poner a Funes Mori de frente a Islas a través de centros hacia atrás. River no arriesgó, sólo que en la última el único e ídolo Ariel Ortega metió un pique fenomenal ganando la salida del central del Matador para ponerle la pelota a Funes Mori en la cabeza y derrotar a Islas. Se necesitaban dos puntas para romper la ferrea defensa de Tigre. River ganó con suerte pero no jugando su fútbol.